Un proyector led de calidad debe proporcionar una buena iluminación con calidad de colores y excelente rendimiento energético.
Pero la calidad se debe mostrar en una serie de características:
Los elementos constructivos.
El aluminio de alta calidad y resistencia con el que se fabrica su carcasa.
El cristal templado por el cual proyecta la luz.
El diseño de las aletas de disipación de temperatura.

La ventilación del sistema de refrigeración
El grado de estanqueidad con un grado de protección IP65 IK08.
La fiabilidad total.
La no utilización de driver dado que estos son los elementos que más fallos provocan en cualquier sistema lumínico led.
Disponer de un sistema de alimentación sólido para alimentar los diodos led de forma directa sin la intervención de componentes pasivos.

Excelente iluminación.
La finalidad última de un proyector es proporcionar el nivel lumínico deseado con una buena reproducción cromática y uniformidad.

Máximo rendimiento.
La potencia de un proyector solamente nos informa del consumo del mismo, el valor importante es la luminosidad que nos proporciona por cada unidad de potencia.
Disponer de una gran variedad de potencias es importante para utilizar la mínima necesaria para cubrir las necesidades lumínicas del espacio a iluminar.

Así pues, podemos optar por el proyector led de menor consumo pero con un sistema lumínico de 4950 lúmenes.

O por un proyector que nos puede proporcionar 33000 lúmenes con solamente 200W de consumo.

Aunque la gama se completa en proyectores led adecuados para cualquier necesidad, como podría ser el alumbrado puntual.

O instalaciones profesionales para alumbrado de estadios deportivos adecuados para grabación en vídeo incluso para retransmisiones de televisión.

La calidad pues en un proyector requiere una fabricación profesional y responsable que garantice en todo momento el producto seleccionado.